¿El director de Pemex sabe que el director de CFE – el inefable Manuel Barttlet- quiere tirar al mar 4,500 millones de dólares con tal de salirse con la suya en la llamada Puerta del sureste?
No sabemos cómo sea la relación entre ambos directores, pero cuentan con la confianza del presidente por lo que si el ingeniero Octavio Romero Oropeza decide pelear lo que le corresponde, el enfrentamiento con Barttlet sería de campeonato.
Por primera vez, en el 2022 las importaciones de Gas con respecto al 2021 fueron menores debido al incremento de la producción de PEMEX de Gas en la zona del Sureste. ¡Esto no se veía desde el 2010! Quizás el logro más importante de esta administración en materia energética y nadie dijo nada: lo poco que hacen bien ni siquiera lo presumen. A la mejor ni se dieron cuenta de lo que habían logrado.
Mucho se ha comentado que el sureste del país ha sido olvidado. Esta administración ha hecho un esfuerzo por generar infraestructura en esta zona y conectarla de mejor manera con el resto del territorio. La obra pública destinada al sureste del país no tiene precedente ya que de esa manera, según las palabras gubernamentales, se pretende resarcir la deuda histórica de abandono en esa zona de la nación.
Se sabe y se habla mucho, por ejemplo, del Tren Maya, pero por ejemplo, la CFE está construyendo dos nuevas plantas eléctricas en esta zona que utilizarán gas. Aquí inician las patadas y empujones entre PEMEX y CFE. Para llevar el gas hasta donde se requiere, CFE ha propuesto desarrollar y construir un nuevo gasoducto (marino) en asociación con la empresa canadiense TC Energía (llamado Puerta al Sureste) para importar más gas y cuyo costo será (según TC) de $4,500 millones de dólares.
Para poder llevar este gas a las nuevas centrales de CFE en Yucatán, también se debe construir un nuevo gasoducto de más de 700 kilómetros que vaya en paralelo al existente gasoducto Mayakán propiedad de la empresa Engie.
El gasto de $4,500 millones de dólares en el gasoducto Puerta al Sureste es innecesario y contradice la política de soberanía energética cuando se tiene el gas de PEMEX en esa zona del país y el sistema de ductos del SISTRANGAS y privados para también importar Gas para estas nuevas plantas de CFE en Yucatán. Se pretende justificar la Puerta al Sureste con el desarrollo de una terminal de exportación de GNL en Coatzacoalcos sin anticipar que dicha infraestructura llega ya muy tarde y tiene una competencia más eficiente y avanzada en Estados Unidos. La CFE apuesta con el dinero de todos en un negocio que no conoce y de paso asfixia las posibles salidas eficientes al gas de PEMEX. ¿Se habrá hecho un estudio serio de las diferentes opciones o esto solo fue hecho a las carreras y con pura intuición ideológica? Adicionalmente a lo anterior, ahora también anda Greenpeace evaluando el impacto ambiental de esta infraestructura. ¿Se hicieron ya todos los estudios de impacto ambiental? ¿Cuál es la lógica en invertir $4,500 millones de dólares en un gasoducto para ampliar las importaciones de Gas cuando PEMEX tiene este producto en la zona? Cosas y negocios que solo Barttlet sabe.
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